Creo, amigos, que hemos acertado -ya nos contaréis- con el título de esta colección de relatos:
-por su forma; son historias de bocado.
Sí; Mide tus palabras.
Un abrazo; un besote; un ejemplo:
INMEJORABLES VISTAS
Crédito de la imagen: http://www.flickr.com/photos/jlmaral/88979068/
Les juro que yo quería venderla. De hecho no tardé en poner el cartel –SE VENDE- en su entrada y mi número de teléfono.
Nadie me llamó y en un segundo pasquín intenté ser más explícito: SE VENDE CASA.
Tampoco recibí ninguna oferta y decidí afinar más: SE VENDE ESTA CASA.
Nadie se interesó por ella. Tal vez –pensé- la construcción (se) impersonal haga pensar a más de uno que tendrá que bregar con una inmobiliaria.
VENDO ESTA CASA, redacté finalmente pero al tercer día comprendí que ese “esta” parecía mostrar fastidio: “esta (puñetera, miserable, ruinosa…) casa”.
Lo corregí: VENDO MI CASA. Al de pocas horas lo retiré. Más que un cartel parecía una confesión, una renuncia, un naufragio. El texto sugería que estaba desahuciado; un tipo que ponía el hogar familiar en venta carecía de sentimientos o el agua le llegaba al cuello.
Por eso rectifiqué: NO SE VENDE. Muchos me llamaron preguntando qué era lo que no se vendía y me vi obligado a aclararlo: NO SE VENDE CASA.
¿Qué casa? –preguntaban. No dejaba de sonar el teléfono y tuve que ser categórico: NO SE VENDE ESTA CASA.
Las llamadas pedían una explicación más detallada; la razón o las causas por las que no se vendía. Resultaba –me señaló un señor de Murcia- además confuso: ¿No quería o no podía venderla?
Intenté ser más elocuente: NO VENDO MI CASA.
Recibí entonces ofertas multimillonarias y hube de ser tajante: NUNCA VENDERÉ MI CASA.
¡Bonita historia! Creo que ni las precisiones filológicas pueden con los curiosos, los fisgones y los amigos de inmiscuirse en las vidas ajenas. Ya tenemos la parte creativa repesentada en Tres Tizas. De nuevo, ¡bienvenido!
Comentarios por Marcos Cadenato — 2 abril , 2008 @ 4:53 pm
Menudos tesoros. Y estaban escondidos… Menos mal que ya tenemos el mapa. Estupendos cuentos, Aster.
Comentarios por Patxo — 2 abril , 2008 @ 9:20 pm
En primer fila, como prometí he estado leyendo buena parte de esta «antología dispersa» de microrrelatos.
Los microrrelatos, hiperbreves o minicuentos -tan pequeños y tan escurridizos en su definición- son un género al alza. Monterroso y su séquito han tenido la culpa.
Empieza la función literaria en Tres tizas. Me alegro de este nuevo cartel.
Comentarios por Lu — 3 abril , 2008 @ 1:31 am
Ah, me he olvidado esta aclaración que añado enseguida. Lo de dispersa tiene sentido físico (andan tus cuentos esparcidos físicamente en la Red).
Comentarios por Lu — 3 abril , 2008 @ 1:32 am
Lu, Marcos, Patxo… gracias.
Como veis escondo un Mr Hyde que escribe y que acabará devorando al pobre Jekyll. De hecho ya lo persigue de aula en aula…
Un abrazo.
Comentarios por Aster Navas — 3 abril , 2008 @ 8:03 am
Buenísmo, me has hecho reír mucho, además de tener humor e ironía, permite reflexionar sobre la intencionalidad del lenguaje.
Un saludo,
Comentarios por Niée — 3 abril , 2008 @ 2:13 pm
Niée, gracias.
Un saludo.
Comentarios por Aster Navas — 3 abril , 2008 @ 5:20 pm
No conocía esta faceta tuya, Aster, y me has dejado boquiabierta. Bravísimo. Besotes. Nekane
Comentarios por Nekane — 4 abril , 2008 @ 10:50 am
Gracias, Nekane.
Un besote; nos vemos.
Aster.
Comentarios por Aster Navas — 4 abril , 2008 @ 11:46 am
simplemente GENIAL
Comentarios por mesielepresidant — 1 julio , 2008 @ 4:27 pm
Gracias.
Un abrazo.
Comentarios por Aster Navas — 2 julio , 2008 @ 2:21 pm
Magnífico, Aster, no te imaginas lo que lo he disfrutado. Qué arte.
Saludos.
Comentarios por Maribel Romero — 9 diciembre , 2008 @ 1:04 am
Gracias, Maribel.
Un placer volver a encontrarte por aquí.
Un saludo.
Comentarios por Aster Navas — 9 diciembre , 2008 @ 10:47 am