Juan Miguel Muñoz es el presidente de la Asociación Espiral, un auténtico entusiasta de las TIC, gran conversador, gran aficionado al diseño y amigo de sus amigos. En esta última acepción -de la RAE (Real Academia de Educadores)- ha aceptado la invitación que le hemos cursado desde Tres Tizas y volvemos a darle las gracias públicamente por este completísimo y lúcido artículo sobre el emprendizaje y la Educación. Moltes gracies, Juanmi, ¡gracias mil! Te cedemos la palabra…
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En las siguientes líneas nos vamos a referir al término emprender que la RAE define como: (Del lat. in, en, y prendĕre, coger).
1. tr. Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro.
Y si a la persona que emprende se le conoce como emprendedor, es a esa persona de la que vamos a hablar en este post, la persona que acomete el empeño de mejorar la educación.
De la definición que da la Wikipedia[1] nos quedaremos con este párrafo porque es la opinión más generalizada cuando hablamos de personas emprendedoras:
“Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o que encuentra una oportunidad de negocio, o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa. Se ha sugerido que el “ser emprendedor” es una de las cualidades esenciales de un empresario u hombre de negocios, junto a la de innovación y organización«.
Sobre esta acepción sí encontraremos literatura tradicional y digital sobre el tema. Discutimos sobre si el sistema educativo debe educar, instruir o preparar al alumnado para el mundo laboral, de manera que los conocimientos y capacidades adquiridos en la Escuela tienen que facilitar a las personas la incorporación al mundo laboral y alcanzar un nivel y una calidad de vida mejor que la de las generaciones precedentes. O por el contrario, si la Escuela debe preparar al alumnado para la vida y dentro de ella para “los trabajos” potenciales que éste desarrollará a lo largo de su vida laboral.
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En 1968 el 75% de los conocimientos que necesitábamos para trabajar los teníamos en nuestra cabeza. Hoy ni siquiera llegamos al 10%[2]. Y nuestro sistema educativo todavía sigue formando para desempeñar un trabajo que dure toda la vida, cuando todos sabemos que las generaciones actuales, cuando acaben sus carreras, van a cambiar de trabajo constantemente. Según datos de 2008 del Departamento de Trabajo de los EEUU, a los 38 años, los alumnos de primaria actuales, habrán tenido ya 6 trabajos. Actualmente uno de cada cuatro trabajadores ha cambiado de trabajo en el último año y 1 de cada 2 lo ha hecho en los últimos 5 años.
Más datos de la Secretaria de Educación de los USA (2008) “En 2004 no existían la empresas que en 2010 crearán más puestos de trabajo”
En definitiva, no hace falta ser un genio para darse cuenta de que la distancia entre la sociedad y la educación es cada vez mayor. La sociedad evoluciona y avanza a pasos agigantados mientras la educación se mueve a paso de tortuga y lo peor es que lo hacen en mundos paralelos, sin puntos de convergencia, como si no tuviesen nada que ver el uno con el otro…
El diario La Vanguardia publicaba hacer algunos meses un artículo sobre “Como seremos dentro de 20 años”[3] que recomiendo, pero fijémonos ahora sólo en un párrafo del mismo, del profesor del IESE José Ramón Pin, que dice que «en 20 años tendrán éxito las personas que sepan aportar capital intelectual a su profesión: los emprendedores, los artistas, los inventores, los creativos, mientras que el simple trabajo administrativo estará condenado al declive«. Pin destaca otra novedad relevante: la incorporación de la mujer al mundo laboral gracias también a que se exigirá menor carga física. «Vamos hacia la feminización de la sociedad. Y esto hará que el trabajo no será la prioridad, sino que se valorará más la calidad de vida y las relaciones personales. Porque ellas, más que nadie, saben que el hombre es un ser humano que se relaciona«.
Yo me refiero a esos emprendedores que van a tener éxito según Pin, pero no sólo a los que van a montar empresas… y a los autónomos, también a los funcionarios emprendedores porque, aunque parezca paradójico, ¡sí!, un funcionario emprendedor es un motor de innovación aportando ideas de mejora a la gobernanza. Y probablemente para eso la función pública tendrá que cambiar y mucho para que esto pueda darse y por la mejora del servicio a la ciudadanía, pero hay que empujar para que así sea y eso sólo lo pueden hacer las personas valientes, políticos, sindicatos, organizaciones, asociaciones y colectivos ciudadanos de diversa índole.
Y por qué no los asalariados implicados en una labor de emprendeduría o emprendimiento con los jefes de la empresa, cogestionando y compartiendo recursos y beneficios en un sistema más equitativo del reparto de la riqueza. ¿Acaso no es mejor para un empresario tener trabajadores productivos y felices? Pues para que un trabajador esté contento debe sentirse valorado y reconocido por sus jefes y eso también debe traducirse en compensaciones, no sólo económicas, pero también: todos ganamos. Y esto se educa, o se puede educar.
El reciente Movimiento 15M -¡Democracia Real ya![4]– (que ya tiene página en al Wikipedia) es una muestra de “emprendimiento” de que algo se está moviendo en la aletargada sociedad de consumo. Es una luz de esperanza que barrunta un despertar social que se enfrenta al poder establecido, al sistema corrupto de empresarios, políticos y banqueros y que tal vez ayude a que la juventud, especialmente, se sienta motivada a empujar al sistema para generar un nuevo modelo social, político y económico.

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La Escuela no puede permanecer al margen, una vez más, impasible, esperando a que le marquen el paso. Es hora de despertar, de que la Escuela sea embrión de pensamiento, de reflexión, de acción transformadora y no una cadena de producción de contenidos o una academia que prepara para aprobar exámenes, reválidas o PAU.
Si creemos que es en la Escuela donde nos jugamos el futuro es ahí donde tenemos que Invertir (¡Sí, Invertir con mayúsculas!) y no sólo en recursos económicos, que también… pero, además, en Personas que le den credibilidad, confianza, compromiso, responsabilidad, ilusión, entusiasmo, formación, creatividad, innovación. Personas capaces de hacer un buen cóctel con todo ello, maestros y maestras, profesores y profesoras emprendedores, con capacidad de liderazgo y visión de futuro. Porque la mejor manera de predecir el futuro es crearlo[5] no reproducir esquemas del pasado y seguir repitiendo el modelo una y otra vez, en cadena.
Desde el mundo empresarial sí que van surgiendo multitud de iniciativas para fomentar la emprendeduría que hay que celebrar, como por ejemplo:
También en educación hay movimiento, aunque parece que menor. Sin embargo podemos destacar un par de ejemplos de experiencias emprendedoras:
EME (Emprender en Mi Escuela) Enfocado al planteamiento de motivar al alumnado para ser un empresario, un emprendedor en el futuro:
“Es un programa educativo dirigido a alumnado de educación Primaria, en el que durante el curso escolar los alumnos y alumnas crean y gestionan una cooperativa en la que fabrican productos que venden una vez al año, en un mercado o feria de su localidad. EME favorece el desarrollo de competencias asociadas a la comunicación, el análisis del entorno físico, la creación, la convivencia y la ciudadanía, o la alfabetización digital”[6].
El CEIP El Roure Gros[7], con un enfoque más cercano a la idea de educar para la iniciativa y el aprendizaje a través de la experimentación, tenemos este colegio público de Santa Eulàlia de Riuprimer, pueblecito de poco más de mil habitantes, cerca de Vic (Barcelona) que basa su proyecto pedagógico en el método científico «Conocer, descubrir y aprender juntos a través de la ciencia«, en el que los alumnos no aprenden de los libros sino que lo hacen de manera autónoma a partir de la experimentación para llegar a los conocimientos.
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Por último, merece mención el llamado “Movimiento E3”[8] de Educared, una iniciativa muy ambiciosa que pretende ayudar a cambiar la educación y que ha iniciado ya su andadura partiendo de la pregunta que lanzan a los educadores y educadoras:
¿Te han invitado alguna vez a cambiar la educación?
“Te brindamos la oportunidad de poder transformar de forma real el sistema educativo español convirtiéndote primero en un emprendedor. Formándote en el modo en que un emprendedor ve y explora el mundo, cómo crea proyectos, los comunica a la sociedad y los lleva a la práctica. Queremos apoyarte, hacerte evolucionar, para que puedas cambiar la educación”
Saludamos esta iniciativa y la idea que encierra, estamos participando en ella y veremos cómo evoluciona y sobre todo, cuáles son los resultados.
Sea como fuere, lo que no queremos es seguir siendo un país de resignados:
- Resignados a aparecer a la cola de lo bueno y a la cabeza de lo malo en todas las estadísticas.
- Resignados a que no hay nada que hacer sino esperar a que el temporal amaine, a que pase la crisis, para volver a recuperar nuestro nivel de vida.
- Resignados a hacer lo que otros deciden que debemos de hacer.
- Resignados a no desarrollar proyectos porque no tenemos subvenciones.
- Resignados a ser un país de servicios y funcionarios.
Perdamos el miedo, dejémonos de complejos y atrevámonos a innovar y a emprender, son las claves de futuro de nuestros hijos y de nuestro país. ¡Y lo sabemos!
Juanmi Muñoz, @mudejarico en Twitter
[5] Frase atribuida a Peter Drucker abogado y tratadista austríaco mundialmente conocido por sus publicaciones sobre temas referentes a la gestión de las organizaciones, sistemas de información y sociedad del conocimiento.
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