Una “cefalea en racimo” me ha regalado varias noches de insomnio y, como es lógico, -cada cual se entretiene como puede- una vez que no se pega ojo, uno decide no salir de la cama a las cuatro de la mañana, que se está muy a gustito… Con un sordo y permanente dolor de cabeza, completamente a oscuras viene a tu mente cualquier recuerdo del día anterior, de la noche anterior, cualquier melodía, cualquier ruido, cualquier imagen… Y, claro, sin comerlo ni beberlo, de repente la habitación se llena de elfos y, naturalmente, todos cantan la misma cantinela: “creo que mi padre es un elfo. Sí, lo es; sí, lo es…” También su variante tuitera de @maestradepueblo se entrometió en mi descanso: “Creo que la LOMCE es un muermo. Sí, lo es; sí, lo es…” y, así, se pongan como se pongan, es imposible dormir. Lo más curioso es que mi duermevela no era inactivo, sino todo lo contrario. “Creo que mi padre es un elfo” es una proposición subordinada sustantiva de objeto directo que contiene a su vez una oración copulativa con su característico atributo. Y el análisis sintáctico nocturno, alternativo y sustitutivo del sueño seguía creando monstruos… “Lo” es el pronombre que sustituye al atributo en “Sí, lo es”. ¡Qué bien, qué ejemplo más claro para clase”, pensé…
No han pasado 24 horas y he tenido ocasión de explicarlo en mis clases de Bachillerato porque ando estos días repasando la oración simple y la oración compuesta. Los elfos, en esta ocasión, han ido acompañados de sonrisitas espontáneas de mis alumnos sintácticamente más aventajados y ante la indiferencia de los menos avezados en las entretelas oracionales. Pero no he podido sustraerme a contar la anécdota y extraer algunas conclusiones.
Es innegable que muchos profesores cuelgan la bata según salen por la puerta del instituto, pero otros tantos -muchos más diría yo- que se llevan el trabajo a casa y que las horas lectivas de su horario son precisamente eso: horas lectivas… Cualquier disculpa, cualquier excusa, cualquier idea es bienvenida cuando surge y muchos profesionales de la tiza las aprovechamos en todo momento para transformarlas en un buen material para el aula o para explicar mejor algún contenido de la asignatura que impartes. No importa que las puertas del instituto o del colegio estén cerradas, no importa que sea periodo de vacaciones, o que tu mente esté en otro lado, cuando la tiza te llama, tú vas, la atiendes y «lo dejas todo«… Y, naturalmente, la más importante de todas las conclusiones y el motivo principal de este artículo: el sueño de la razón produce monstruos sintácticos…
Marcos Cadenato
¡FELICIDADES Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
ZORIONAK ETA URTE BERRI ON!
MERRY CHRISTMAS AND HAPPY NEW YEAR!