Tres Tizas

16 junio , 2011

El vuelo de los gansos

Filed under: Te cedo la palabra — Etiquetas: , , — Marcos Cadenato @ 8:00 am

Cerramos este curso una de nuestras secciones más queridas en Tres Tizas tanto por la calidad de sus visitas como por la profundidad de sus aportaciones. Hoy tenemos el placer de contar con la pluma -y no de ganso, precisamente- virtual de nuestro compañero Juan Carlos Guerra, @juancarikt, profesor de Matemáticas, asesor TIC de su centro, trabajor infatigable, entusiasta tuitero y magnífico compañero de encuentros, jornadas y reuniones blogueras y tuiteras. ¡Estás en tu casa, amigo!

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Hace unos días me encontraba con una antigua alumna por la calle. Ya había acabado la carrera y estaba trabajando. Habían pasado 8 o 9 años desde que intentara aprender algo de matemáticas conmigo. A pesar de no ser su fuerte, ella todavía lo recordaba con agrado, me decía que, aunque la asignatura se le había atragantado, lo pasaba bien.

Yo le comentaba que no sabía cómo habían cambiado las cosas, que ahora teníamos en el instituto todo tipo de tecnologías, el profesorado se había formado y que la forma de dar clase se había revolucionado, había cambiado. Tengo que reconocer que me excedí un poco, pero es que me puede la pasión…

Estaba con ella su novio, un chaval joven que también es profesor. Se me quedó mirando fijamente y me dijo : “A mí también me gustan mucho las tecnologías para dar clase, los power point y eso, cualquier día me pongo a ello”. Realmente no supe qué contestarle. ¿Un docente de ventitantos años relacionaba el cambio metodológico y las TIC con proyectar ppts? ¿Todavía estamos en este punto?

Me venían entonces a la memoria esos tiempos en los que las TIC en Educación eran pura anécdota y la colaboración entre compañeros de instituto, e incluso de departamento, se limitaba a decidir qué libro de texto iban a usar sus alumnos (a veces, ni eso). Pero han pasado ya unos cuantos años. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Es cierto que la web 2.0 y, sobre todo, las redes sociales (y en el entorno de la educación no me cansaré de decir que la red social por excelencia para conectar intereses es Twitter) nos está dando la oportunidad de observar cómo docentes se(nos) unen(unimos)  para desarrollar una tarea común, bien sea un blog, una wiki o un proyecto colaborativo o cooperativo. Pero no tengo claro si este movimiento es suficientemente abierto, si engancha a nuevos profesores o es más bien endogámico. No me cabe duda de que es necesario y muy valioso, pues sin él el carro seguiría en el punto de partida.

La colaboración y, aún más, la cooperación es el instrumento que puede hacer enganchar a docentes que todavía no se han acercado a las TIC o si lo han hecho ha sido de lejos. Por eso,  la cooperación no debe conectar sólo a los docentes más activos en las redes, sino a compañeros de escuela, de institutos, al compañero de tu departamento al que le notas las ganas de hacer algo…

La cooperación además es contagiosa. Un grupo de docentes  (Alazne Zarate, IsabelRuiz, Ginés CiudadReal y yo mismo) así lo hemos constatado en un proyecto sobre identidad digital y redes sociales que hemos estado desarrollando durante todo el curso. De nuestra cooperación ha nacido la de nuestros alumnos, que desde diferentes ciudades y pueblos han hecho puestas en común, elaborado documentos, construido reflexiones comunes,… Es una herramienta decisiva para y por el cambio. Genera ilusión y expectación entre docentes y discentes.

Leía hace unos días un artículo de Pere Pujolás Maset titulado “Contribución de las TIC al aprendizaje cooperativo” escrito nada más y nada menos que en 2004.  Me llamó la atención la siguiente anécdota :

“Mientras estudiaba uno de mis últimos cursos de mi doctorado en Estados Unidos, uno de mis profesores nos leyó un ensayo de un autor desconocido. Este ensayo cambió por completo el espíritu de nuestro grupo.

El texto de este ensayo,  es el que reproduzco a continuación:

“El próximo otoño, cuando veas los gansos dirigiéndose hacia el sur para el invierno, fíjate que vuelan formando una V. Tal vez  te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del porqué vuelan de esa forma. Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él volando en V. La bandada completa aumenta por lo menos un 77 por ciento más de su poder que si cada pájaro volara solo. Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad pueden llegar donde deseen más fácil y rápidamente porque van apoyándose mutuamente.

Cada vez que un ganso se sale de la formación siente inmediátamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a su formación para beneficiarse del poder del compañero que  va delante. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.

Cuando un líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Obtenemos mejores resultados  si tomamos turnos hacia los trabajos más difíciles. Los gansos que van detrás graznan  (producen el sonido propio de ellos) para alentar a los que van delante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.

Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo otros dos gansos se salen de la formación y le siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere y sólo entonces los dos acompañantes vuelvan a sus bandadas o se unen a otro grupo. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos.”

Digo yo que, por lo menos, tendríamos que intentar ser igual de listos que los gansos… 😉

Juan Carlos Guerra

4 abril , 2011

IDENTIDAD DIGITAL Y REDES SOCIALES

Filed under: Como la vida misma, ESO — Etiquetas: , — Patxo Landa @ 8:54 am

Me gustaría compartir algunas conclusiones a las que llegué tras la charla que Antonio Omatos (@aomatos) ofreció a los padres y madres del IES Arrigorriaga sobre identidad digital y prácticas de los jóvenes en Internet. El organizador fue el inquieto Juan Carlos Guerra, pertinaz activista de la Red que siempre está proponiendo originales proyectos colaborativos.

Antonio Omatos, ayudado por una presentación impecable y por su saber estar sosegado y cercano, nos ofreció una visión de 360º del tema al recoger ejemplos de las actitudes y de las inercias de todos los implicados: jóvenes, familias, instituciones, servicios web…

Pero vayamos por partes:

Sobre identidad digital.

Tras recorrer los diferentes nudos de la red en los que mostramos nuestra identidad digital (correo, blogs, búsquedas, redes sociales…) Antonio destacó, que a diferencia de la vida real en la que es posible no mezclar los diferentes ámbitos, en la red todos están conectados y te forjan un perfil, casi hasta una reputación. Afortunadamente y según parece, la legislación evoluciona y ya no te van a poder despedir por lo que Internet diga de ti…

Estoy de acuerdo con él en que, frente a posturas que defienden no dejar ningún tipo de rastro virtual, hay que presentar sus innumerables ventajas y favorecer el uso responsable y saludable de Internet.

Riesgos de Internet.

Habló también de la gravedad de ese 1% de usos realmente perniciosos que recorre la Red (sexting, ciberbullying, grooming…), de sus consecuencias y, sobre todo, de su prevención: el acompañamiento y un diálogo continuo con los adolescentes para recalcar los siguientes puntos aparecen como la única terapia:

  • no des datos personales.
  • guarda en secreto tus contraseñas para evitar la suplantación.
  • No te precipites subiendo fotos, textos a la red, piénsatelo un poco.
  • ni citas a ciegas, ni amistades secretas.
  • usa los perfiles seguros de las redes que te lo permitan.
  • respeta la legalidad y no mientas en cuanto a la edad.
  • Si tienes dudas o problemas, consulta con un adulto de confianza aunque no sepa de Internet.

Yo quiero añadir los problemas que los “inofensivos” juegos on-line están empezando a dar a las familias por lo adictivos que son y por el gasto que suponen  mediante “baratos” mensajes de móvil. Llegado a un punto del juego esta es la única manera de subir puestos en el ranking de mejores jugadores.

Redes sociales.

Siempre nos ha gustado juntarnos en las terrazas y en los bancos de las plazas y conversar; siempre nos ha gustado conocer gente (acto lleno de expectativas, muy interesante y enigmático en un principio); siempre nos ha gustado pertenecer a algún grupo con inquietudes afines… Pues eso son las redes: nuevos caminos para costumbres viejas.

Y hablando de los adolescentes más, pues estos se muestran -se entregan- tal y como son, atrapados, además, en la tramposa sensación de privacidad y de intimidad que les ofrece su cuarto.

La importancia de tratar este tema viene justificada por el dato de que la mayoría de niños-jóvenes de 12 años tienen Tuenti a pesar de que esa red social no acepta menores de 14 años.

No insisto en las soluciones que como profesores y padres debemos dar pues son las mismas que las de los casos anteriores. A todas ellas añadiría quizás una: hay que darles alternativas (y hacérselas atractivas): viajar, juegos de mesa,  salir al monte, vídeos, cómics, libros… tiempo para compartir, tiempo, tiempo… Paradójicamente, a veces, los padres estamos demasiado ocupados con el ordenador…

¿Y qué debe hacer la escuela?

Abrir su viejo baúl a Internet. No vale con insistir a los alumnos y alumnas en el buen uso y en los peligros. Hay que trabajar con, en, desde y hacia Internet. No basta con dar charlas, ni tan siquiera basta con ofertar una optativa. Hay que diseñar unidades desde todas las áreas que favorezcan la participación entusiasta y honesta en la Red y la web 2.0, incluidos algunos servicios que funcionan como redes sociales. Y hay que implicar a los padres y madres en esta pelea sin descanso ni final.

Me gustaría pensar que en 5º de primaria, con alumnos expectantes, inmaculados y receptivos, se está cuidando ya este aspecto por encima de magias interactivas y efluvios digitales. Sólo haciendo hábito de ese buen uso, podremos conseguir ciudadanos preparados para la escuela y la sociedad que ya viene.

Presentación de Antonio Omatos

Patxo Landa

31 enero , 2011

¿Eres una persona?

Filed under: Como la vida misma, Tírame de la lengua — Etiquetas: , , — Marcos Cadenato @ 8:00 am

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Siempre me han llamado la atención esos programas o plataformas que te ordenan de repente confirmarles que eres un ser humano, así de buenas a primeras… La primera vez –extrañado- introduces esas ilegibles letras que te solicita la máquina y te quedas con la mosca detrás de la oreja, pero la mayor sorpresa me la he llevado con Google –¡inefable Google!- cuando después de escribir con cierta dificultad el captcha, me manda pulsar la tecla “Soy una persona”. ¡Qué intranquilidad y qué desazón se te queda después de pulsarla! No piensas en si te has equivocado en la jota o en el tres, no; si ya te toca revisión de la presbicia, no; lo que piensas realmente es en lo que pensará esa dichosa máquina sobre ti y si estará de acuerdo o no en considerarte una persona y eso, amigos míos, no tiene precio… La tecnología nos facilita mucho las cosas -nos las complica otras tantas- pero esto ya roza en los límites de la metafísica en su vertiente ontológica, o sea, en el estudio del ser en tanto que ser. “Ojú, con la identidá digitá”, que diría el viejo Séneca…

La pregunta no dejaba de inquietarme, cuando decido abrir el correo del centro para ordenar la correspondencia diaria. Después de eliminar la ración correspondiente de spam («increíbles chicas del Este, agrande su pene, le ha correspondido un lote de productos…«) publicidad no solicitada, peticiones de certificados e informaciones administrativas varias, me encuentro esta joya del género epistolar, que transcribo aquí, respetando –lógicamente- el anonimato y sustituyendo los nombres reales por otros ficticios:

Buenos días, me llamo Ernesto Munguía y el motivo de este correo es tal vez un tanto extraño. Me gustaría saber si en la plantilla docente de su escuela se encuentra una chica de unos 25, 26 o 27 años llamada Azucena. Por lo que recuerdo de cuando hablamos, su especialidad era la lengua inglesa y sus temas de conversación discurren entre la filosofía y la política. Lamentablemente, no dispongo de más información que pueda ayudarles. Sin embargo estoy profundamente enamorado de ella. Gracias por su atención.

Sin embargo estoy profundamente enamorado de ella”, volví a releer y me acordé sin querer de aquella tecla “Soy una persona”. ¡Qué cosas! Alguien que en pleno declive del género epistolar amoroso, se atreve a escribir a la dirección electrónica de un instituto para solicitar información sobre una persona de la que está profundamente enamorada. Incluso como broma, me encanta… La humanidad que me reclamaba Google a mí, la encontré en este comunicante que, sin ningún miramiento, confiesa públicamente su amor ante las más de cien personas que podían haber leído su correo y muestra sus preferencias por la lengua inglesa, la filosofía y la política… ¡Simplemente delicioso! Con este curioso personaje, Google no dudaría  ni un segundo: «Eres una persona» , le diría al instante…

Leía hace unos días en el periódico, en boca del escritor y psicólogo Ignacio García-Valiño, las siguientes palabras: “Hay que llevar a los colegios el aprendizaje de las destrezas emocionales si queremos que los chicos estén preparados. La habilidad social va a ser crucial para sobrevivir en una sociedad cada vez más competitiva y compleja; hay que saber convencer, trabajar en grupo, coordinarse, expresarse, caer bien, tener empatía con el otro, no perder los papeles, ser afectuoso, ser cálido; todo ese conjunto de cosas es fundamental para la vida y debería aprenderse en la escuela, entre otras cosas porque nos ahorraría una conflictividad que empieza a convertirse en una seria amenaza para el sistema educativo.” Y, claro, nuevamente recordé esa sala de profesores un lunes a las 7:45 horas de la mañana y a algunos de los muchos profesores que entran por la puerta sin decir ni buenos días y con los que te cruzas por los pasillos como si estuvieses en la Gran Vía… Sinceramente, cuando veo a estos profesionales de la Educación que tienen en público sus destrezas emocionales y sus habilidades sociales crionizadas, sólo me viene a la cabeza una idea fija: ¿cómo será el comportamiento social de estos profesores con sus alumnos?, ¿resistirían a la pregunta del buscador: Soy una persona? Mientras escribía este post nos acaban de comunicar del Departamento de Educación del Gobierno Vasco que «esta medida supone la supresión de la oferta de enseñanzas  de ESO en el IES… para el curso 2011-12«; vamos, que otra vez tenemos que hacer las maletas porque nuestro destino definitivo, no lo era tanto… «!Vaya palo!, ¿no?» ha dejado un compañero en el correo del centro; los demás, no saben, no contestan…

Hummmm…. no quisiera parecer catastrofista, no me gustaría dejar un sabor excesivamente amargo, porque, a pesar de los pesares y aún con todo, el mundo no está loco y -como dice la publicidad- “el ser humano es extraordinario…«

Marcos Cadenato

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