Tres Tizas

22 febrero , 2010

“Se les traba la lengua”

Filed under: Tírame de la lengua — Etiquetas: , , , — Marcos Cadenato @ 8:00 am

Leo literalmente en la página 31 del periódico del jueves pasado: “Algo estamos haciendo mal. Uno de cada tres (33%) alumnos vascos no puede acreditar eso que llaman competencia en el conocimiento y manejo del euskera; y aún más sorprendente, casi el 20% tampoco la alcanza en castellano. Aduce la consejera [Isabel Celaá] que la escuela no puede hacerlo todo. Parece razonable pero hay que plantearse además si algunas decisiones paternas hipotecan el futuro de sus hijos”.

¿Curioso, no?  Pero es que si descendemos en la observación de los resultados de la Evaluación Diagnóstica, aún es peor, o igualmente sorprendente. Veamos:

1.Sólo tres de cada diez alumnos de 4º de Primaria y 2º de Secundaria tienen un nivel avanzado en las dos lenguas oficiales. Aprobado raspado, pues.

2. Las chicas fueron mejores, menos en Matemáticas.

3. Competencia en comunicación lingüística en castellano: el 18% del alumnado tiene problemas de competencia oral y escrita.

4. Competencia en comunicación lingüística en euskera: el 30,5% del alumnado tiene problemas de competencia oral y escrita. Por modelos es aún más llamativo el rendimiento: modelo A (castellano): el 85,3 está en el nivel inicial; modelo B (bilingüe): el 38,2 está en el nivel inicial y modelo C (euskera) el 22,9 está en el nivel inicial.

5. Idioma materno: más de la mitad de los alumnos de hogares vascófonos demuestran una competencia avanzada en euskera; en el caso de estudiantes que en casa hablan castellano es el 30 %. 

6. Quienes contestaron Matemáticas o Ciencias en su lengua no materna obtuvieron resultados significativos más bajos que los que lo hicieron en su lengua familiar.

Seis motivos de reflexión, seis motivos de preocupación. Pero es que en el mismo periódico, en la página 15 leo el título y el subtítulo: «El PP acusa a Celaá de incumplir el pacto de Gobierno en Educación. PNV, Aralar, EA y EB se felicitan por el alto porcentaje de prematriculaciones en modelo D».  Y ¿por qué? me pregunto yo. Pues porque en el diario del día anterior se explicaban claramente los resultados del proceso de prematriculación:

Al cierre de la campaña de prematriculación, que finalizó el pasado viernes, las autoridades educativas contabilizaron 728 solicitudes de modelo A para niños de 2 años, con una diferencia abrumadora frente a las 4.077 inscripciones de B (bilingüe) o las 13.436 de D (euskera). Las peticiones de enseñanza íntegra en lengua vasca multiplican por 20 las de castellano. La demanda de modelo A representa, por tanto, sólo un 4% del total de las 18.241 preinscripciones de nuevos alumnos, 661 más que el curso anterior.”

Podemos comentarlo, pero… me  sigo fijando en el mismo periódico. Leo en la página 33: «Porque nuestros niños son trilingües llévate orain with EL CORREO tus BOOKS Liburutegia«, en donde los niños entre los 7 y los 14 años podrán encontrar en un mismo libro parte de la historia en castellano, en euskera y en inglés. En concreto, la primera parte en castellano y en euskera;  la segunda en euskera e inglés. Por sólo 2,95€ podemos obtener algunos títulos como éstos: Isilik! El lago de las girls mudas; Bob txakurra: un miembro más en la family; Help! Nire erratzak no funciona…

¡Jesús María eta José!, desde aquellos viejos chistes de “If, if, between, between (para decirle a alguien que sí, que puede entrar al despacho) o aquel célebre From the lost to the river (De perdidos al río) no había leído nada mejor. No puedo resistirme, lo siento… uno más: Las peores oparrak de your life… ¿Estaremos –sin saberlo- ante la solución de los problemas de competencia en comunicación lingüística?

Señor, señor, señor… quosque tandem abutere patientia nostra?  Salvatore, el ininteligible monje de acento multilingüe de El nombre de la rosa, resulta que era un visionario… Penitenciagite…!

Marcos Cadenato

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24 septiembre , 2009

Adjudicaciones de comienzo de curso: ¿Progresa adecuadamente?

Filed under: Tírame de la lengua — Etiquetas: , , — Carlos Diez @ 11:00 pm

hezkuntza

A finales de agosto se desarrolló el proceso de adjudicaciones en la Comunidad Autónoma del País Vasco; esto es, el reparto de plazas entre los profesores de secundaria. Por diversas circunstancias -que no vienen al caso- hacía cuatro años que no asistía. Y creo que el sistema no ha variado en veinte años todo lo que debiera. Han mejorado los horarios, el que sea una convocatoria única (no por provincias), la gestión… pero siguen sin explotarse por parte del Departamento de Educación las posibilidades que ofrece Internet.

No es de recibo que para mirar unos papeles con listas de nombres -de los que sólo hay un ejemplar o, como mucho, dos copias, más las de los sindicatos- haya que trasladarse, hacer cola y mirarlos en una pequeña salita atestada de gente… cuando bastarían unos minutos para colgarlos en la red. Yo tardé diez en escanear las plazas de lengua castellana, subirlas a scribd y anunciarlas en twitter, facebook y en algunos correos. Y supongo que estando -como están- digitalizados los datos, habrá sistemas mucho más eficaces que yo no controlo.

Esto resulta más incongruente aún cuando ya la digital es una de las competencias básicas y el nivel que se exige del manejo de las TIC a los profesores va en aumento. Se echa en falta en la preparación de este evento el mismo riguroso método y la dedicación con que, por ejemplo, se elaboró esa terminología «científica» que se usa para clasificarnos y definir nuestras variadas situaciones: transformados, definitivos sin horas, desplazados, suprimidos, en expectativa de destino -como un servidor-, recolocados, reingresados, en comisión de servicio, funcionarios en prácticas, candidatos a sustituciones, digievolucionados, etc.

Me han asegurado que los sustitutos ya pudieron acceder a la información en red y que lo de este año ha sido algo fortuito. Me alegro. Por cierto, quien me lo comentó eligió una plaza en la que no se especificaba que tenía cuatro horas de comedor. Todavía quedan detalles por pulir. Para mejorar el sistema se me ocurre que podía pedirse opinión a los afectados y comprobar cómo se hace en otras comunidades autónomas.

En procesos como éste la utilidad de las TIC es indiscutible y, por tanto, su uso se hace necesario, imprescindible… Y más por parte del Departamento de Educación, que debería dar ejemplo. Inexcusable.

Carlos Díez

9 marzo , 2009

Valor y precio

Filed under: Tírame de la lengua — Etiquetas: , , , — Marcos Cadenato @ 8:00 am

peonza

Cuando don Antonio escribía en el siglo pasado: «todo necio confunde valor y precio» seguro que no imaginaba que casi setenta y cinco años más tarde aún conservaría todo su significado y que adquiriría, además, algunos nuevos. Por cierto, cuánto cuesta decir el siglo pasado para referirse al siglo XX y no al XIX, ¿verdad? Bien, todo esto viene a cuento porque esta semana he asistido a una singular  revisión del proverbio machadiano y creo que ha sido muy aleccionador para todos. Os cuento.

El curso pasado -como muchos sabéis- Tres Tizas fue distinguido con el primer Premio Espiral de Blogs colectivos y hoy es el día que conservamos muy orgullosos el trofeo logrado: una peonza dorada que jalona nuestras bibliotecas y que mimamos mis compañeros y yo como si se tratara de la más hermosa de las joyas de la corona. Este año la Organización que nos concedió tan alto honor nos han distinguido con formar parte del Jurado de los actuales premios: III Premios Espiral de Edublogs 2009 y es por este motivo por lo que que estamos conociendo el magnífico trabajo que están haciendo muchos compañeros en sus blogs, en sus centros y con sus alumnos. Uno de ellos -no importa el nombre- orgulloso de su trabajo en el aula y satisfecho del trabajo realizado en su blog -tampoco importa el título- decidió presentar su candidatura a la edición de este año. Como sabéis, Espiral facilita a través de un blog la información relativa al concurso y todo aquel que desea agradecer, animar, felicitar, criticar a los participantes lo puede hacer. Hasta aquí todo correcto.

Como os decía, esta semana el blog del certamen ha recibido muchísimas solicitudes, más comentarios e infinidad de correos. Entre ellos, entresaco estas tres perlas:

«Mira que dar una triste peonza. Que los que lo hacemos nos lo hemos currado muchísimo. Podríais dar un premio nomal.«

«Hola Soy una alumna de las que realizan el blog, y creo que por todo lo que trabajamos en él, nos merecemos algo mas que una simple peonza.»

«…tendriais que dar 100€ como muy poco»

Junto al comentario de estos alumnos -insisto: poco importan los nombres- había también otros de agradecimiento al profesor, alabando su labor y «quiero decir, en nombre de tooooda clase que nos lo pasamos muy bien trabajando el blog, porque es muy entretenido y además aprendemos otras cosas…«

Excuso hacer algún comentario respecto a la forma de las frases -«avui no toca«, que diría el honorable-, pero su lectura ha hecho que me vuelva a preguntar sobre el verdadero valor de las cosas: el que tienen, el que le damos y el que realmente es…

trestizaspeonza

¿Qué valor encierra una vieja peonza, aunque sea dorada?, ¿qué estamos haciendo rematadamente mal para que determinados valores se hayan depreciado tanto que un premio como éste sea comparado con un billete de cien euros?, ¿quién o qué es el responsable de tal desaguisado?, ¿qué está fallando en nuestra sociedad? Quizá sea momento para rescatar de la memoria un artículo de nuestra compañera Charo Fernández en el que aborda de manera muy concreta un Código deontológico de la ciudadanía digital (o Manual de normas básicas).

Lo sé, tenéis cientos de respuestas, pero yo –hic et nunc– me conformaría con que esos chicos, infantiles, gamberretes, ingenuos, sin malicia -casi seguro- escucharan a su aborchornado profesor y comprendiesen que, muchas veces, el valor material de los objetos no es el que, afortunadamente, tienen; que una «simple» y humilde peonza puede encerrar en su interior valores por los que vale la pena seguir peleando en esta vida; que…

Marcos Cadenato

19 febrero , 2009

Seremos breves

Filed under: Mide tus palabras, Tírame de la lengua — Etiquetas: , , — Aster Navas @ 8:00 am

Vemos la campaña de matriculación del Gobierno Vasco en favor de la Escuela Pública:

Leemos  (11/II/ 09) en la prensa:

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8 diciembre , 2008

¡Felizes Fiestas!

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Ésta que veis es la parte inferior izquierda del cartel ganador en la ESO del Concurso de Postales de Navidad de mi instituto. El nombre del autor no importa. Basta con saber que es un alumno de la ESO. Tampoco importa el origen geográfico; lo digo porque en mi centro hay mucho alumnado inmigrante de cerca de una docena de países diferentes, como ya he explicado alguna otra vez. No importa. Lo que más me ha llamado la atención es que para el Jurado de dicho certamen no ha tenido mayor importancia el hecho de que aparezca una hermosa falta de ortografía en el lema principal. ¡Felizes Fiestas!, reza el cartel; Felices Fiestas, me corrige el corrector de mi procesador de textos, subrayándome la palabra con un navideño espumillón rojo. Quizá el ojo humano -el del autor y el de los jurados- no haya observado la falta, pero no ha pasado desapercibido para el corrector de Word. 

No soy psicolingüista ni mucho menos grafólogo, pero a la vista de la imagen, quizá se pueda interpretar que un fallido Feliz Navidad se convirtió por las razones que sean en un Felices Fiestas. Tampoco importa. El plato está servido y yo tengo afilados los cubiertos. Y lo que más me duele es que en este caso un error, una errata involuntaria, hace deslucir todo un trabajo artístico, una hermosa postal, por cierto, de un alumno que generosamente ha dedicado un tiempo para su confección y que, sin duda, habrá lamentado -supongo- su equivocación. Así lo espero… 

En estas mismas páginas ya hemos hablado en algunas ocasiones de la importancia o no que el profesor de Lengua debe concederle a la Ortografía. Mis alumnos son inmigrantes –recién llegadosetorri berriak, dice mi consejero- y, lógicamente, yo corrijo en sus producciones la ortografía y la acentuación, pero en este caso, creo que estaremos de acuerdo en que mucho más importante que la corrección, lo es la cohesión, la coherencia o la propia capacidad comunicativa del texto. Cuando escribo en este caso, me refiero, lógicamente, a Programas de Refuerzo Lingüístico, a refuerzos que se desarrollan en Planes o Programas de acogida y, en general, a todas las clases de ELE o L2, donde el punto de mira del profesor no está especialmente en la corrección lingüística sino en la capacidad de expresión y comprensión escrita y en la capacidad de expresión y comprensión oral, espero. 

Una buena amiga en cierta ocasión que saqué a relucir estos eternos problemas que están encima de la mesa de cualquier profesor -pero más en la del de Lengua- me comentó que quizás la Ortografía esté sobrevalorada en los currículos académicos y que no sea un tema ni urgente ni importante. Y la polémica estaba servida y la chispa permanece encendida. Personalmente sigo pensando que un profesor de Lengua está en la obligación de advertir, censurar, corregir, alertar… -verbos peligrosos- las faltas ortográficas. No sólo las faltas de ortografía, claro está, pero también. El grado, el nivel o la intensidad de la corrección dependerá -supongo- de los alumnos y del profesor, pero nunca la podremos pasar por alto. Espero que en esta formulación sí estemos de acuerdo -o casi- todos los colegas.

 

También aquí he tratado de mostrar pragmáticamente la importancia de la ortografía cuando un alumno -sea inmigrante o no- busca infructuosamente en el DRAE la palabra *excalera o busca en las imágenes de Google el significado de la palabra *pezes. Y el DRAE es inflexible y no aparece tal vocablo. Y el buscador de imágenes de Google es inflexible y no muestra ninguna. El alumno motu proprio capta la necesidad de escribir correctamente, de esto depende que entienda el ejercicio o el texto y pueda realizar la actividad. Pragmática pura… 

Tampoco en esta ocasión quisiera polemizar ni dogmatizar con estas peliagudas cuestiones gramaticales, pero -mire usted, por dónde- la imagen me ha servido para volver a reflexionar sobre el particular y para desear a todos los lectores y colaboradores de Tres Tizas: ¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo! o, como decimos por aquí, Zorionak eta Urte Berri On!

Marcos Cadenato 

24 noviembre , 2008

De puta madre

Filed under: Tírame de la lengua — Etiquetas: , , , , — Marcos Cadenato @ 8:00 am

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Uno -debo confesarlo, antes de nada- siempre ha sido bastante mal hablado y ha gustado de usar palabras mal sonantes, tacos, palabrotas o palabritas, como dice un pequeño gran amigo mío. Por supuesto, no estoy haciendo una cierta apología del taco, pero sí reconozco que la normalidad en su uso es -hasta cierto punto- incluso conveniente. De diantre, córcholis, caramba o leches hemos pasado a… No hace falta poner ningún ejemplo, está en boca de casi todos. Ni que decir tiene que hablamos, claro está, del uso diario, familiar, coloquial, relajado de la lengua; no hablamos de usos formales, cultos o académicos. Un buen coño bien dicho es más eficaz que un callaoscallaros, las más de las veces- silencio, vale  o basta ya. A las pruebas me remito, no nos engañemos…

Uno -debo confesarlo- que disfrutaba no hace mucho tiempo con esos pequeños respingos que muchas personas daban al oír determinadas palabritas, ha dejado de disfrutar de esos pequeños placeres, ¡qué se le va a hacer! El final del milenio y estos comienzos del siglo XXI han traído también la democratización de palabras malditas. Siempre han sido muy relativos los conceptos de palabra tabú y eufemismo que explicamos en clase de Lengua. Recuerdo, con cierta nostalgia aquellas palabras prohibidas que se ponían como ejemplos: culo, embarazada, huelga… sustituidos como recordaremos por trasero, pompis, en cinta, en estado, conflicto laboral. Recuerdo y aún me sonrojo… pero no hay nada nuevo bajo el sol. Hoy nos son muy familiares: los económicamente débiles, el crecimiento negativo o el cese temporal de la convivencia…

Cuando hace unas semanas releía en un blog amigo  las siguientes palabras: «Basta que lean (los alumnos) las palabras váter, pene, culo, preservativo, coito, etc. para que les pique el gusanillo y entren a participar en clase.» Y miré la fecha de publicación -año 2006- y pensé: ¡cuánto han cambiado las cosas en tan poco tiempo, creo! ¿Habrá llegado también a la Lengua el siglo XXI, como en otros ámbitos de esta sociedad? 

Uno -debo confesarlo, al fin- siempre ha pensado que las palabras no son buenas o malas; que no hay términos aceptables e inaceptables; que cree que aquellos significantes y significados parciales de los que hablaba D. Dámaso Alonso están, no en la lengua misma, sino en los usos de los hablantes o de las mentes de los hablantes, sigue pensando que algunas palabras supuestamente malsonantes son insustituibles en contextos concretos. Por ejemplo, tropezar descalzo con la pata de una mesa, descubrir un bollo en la carrocería del coche o encontrar a un viejo amigo que hacía tiempo que no veías, siempre -ahora también, cómo no- me han hecho exclamar tres palabras no siempre bien vistas u oídas. Hoy, hay una evidente relajación en muchos usos lingüísticos, especialmente en los medios de comunicación. Cuando la ropa de tus alumnos se denomina De puta madre 69, cuando los espárragos que comes se llaman Cojonudos (en homenaje, supongo, a la conocidísima anécdota real en su visita a Navarra), todo el mundo tiene culo, las mujeres la regla, los hombres erecciones y nadie o, por mejor decir, muy pocos se sobresaltan al oírlo, algo hemos avanzado o no… Con toda sinceridad yo creo que sí, pero en esto también hay diferentes opiniones y todas son respetables, claro está. ¿O no… ?

Yo -lo declaro públicamente- tengo un C2 en este nuevo idioma de las vascos, y ¿vosotros?

Marcos Cadenato

30 octubre , 2008

¿Dónde vas con el cabás?

Filed under: Tírame de la lengua — Etiquetas: , , , , , — Carlos Diez @ 8:05 am

Crédito de la imagen

Dos hechos sucedidos las últimas semanas me han hecho reflexionar sobre la entrada de extranjerismos en el castellano. Uno: oírme a mí mismo diciendo «Abrir el firefox y colgar en vuestro blog el slide que preparasteis ayer«. Y otro, el comentario de un compañero que trabajando los préstamos léxicos en clase se encontró con que muchos de los ejemplos de anglicismos que ponían sus alumnos eran del campo semántico de la informática (hardware, software, web, ipod) y, de estos, varios del campo educativo (blog, webquest, podcast). Y casi siempre los agentes transmisores de estos últimos somos los profesores, sobre todo y curiosamente los de lengua (parece que somos muchos los «profes» de lengua trabajando con las TIC).

A nuestra jerga educativa hecha de siglas (ESO, CIP, ELE, ACI, PRL, TIL…) ahora se unen los anglicismos de un nuevo acrónimo, las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). No son muchos todavía, pero serán más y cada vez -¿espero y deseo?- más usados en nuestras clases.

Estos extranjerismos por una parte facilitan la navegación por algunas -demasiadas todavía- páginas sólo en inglés; pero por otra abren una brecha «digital» con otros profesores no tan duchos en la materia y, lo que es más preocupante, con las familias de nuestros alumnos.

¿Existen otras formas de designar estas nuevas herramientas, recursos, programas….? ¿Es conveniente y útil buscarlas? No soy un purista, dios me libre, pero empiezo a encontrarme dificultades y dudas para formar plurales (¿blogs o bloges, webquests o webquestes…?) y en la pronunciación (¿jotpot, pendraif, güebcues?).

En algunos casos basta con usar el término genérico: navegador, página de inicio, buscador, programa de tratamiento de textos, presentación de diapositivas… En otros ya se han creado términos en castellano que están sustituyendo con mayor o menor fortuna y consenso a los ingleses: etiquetas o palabras clave por tags, entrada por post (¿valdría artículo?), archivo de audio por podcast, enseñanza virtual a distancia por e-learning, dispositivo por driver, emoticones por smileys, etc.

Abogaría por aceptar sólo los neologismos necesarios, in medio stat virtus, pero ¿cuáles lo son? ¿Aquellos que designan una realidad nueva para la que no existe un término en castellano? Un hallazgo especial es el de bitácora (o cuaderno de bitácora) para referirse a los blogs. Vocablo del que han surgido por el procedimiento de la derivación términos como bloguero, blogosfera, blogfesor, que se adaptan perfectamente al castellano. Si fuera extrapolable este caso y poder recuperar palabras cuyas definiciones no tardando aparecerán en el diccionario precedidas de la abreviatura «ant.», palabras como plumier, tintero, macuto, cabás (ya, ya sé que es un galicismo, pero le tengo cariño porque lo usaba mi madre de niña; de ahí el título de esta entrada)…

Sé que conseguir acuerdos, una línea común de actuación, es imposible y seguramente negativo, pero esto no evita que me plantee cómo actuar en mis clases. Estoy pensando en elaborar una webquest o una HotPot sobre este tema y que los alumnos reúnan el resultado de sus investigaciones en un wiki, preparen un PowerPoint y den cuenta de sus avances en sus blogs. ¿Sugerencias?

Difícil conseguir el equilibrio en esta balanza: la lengua de las TIC, las TIC en las clases de lengua; pues eso, la lengua de las TIC en las clases de lengua.

Carlos Diez

5 mayo , 2008

La memoria de papel

Filed under: Blog — Etiquetas: , , — Marcos Cadenato @ 12:00 pm

«Verba volant, sed scripta manent»     

Crédito de la imagen: http://www.flickr.com/photos/_alby2_/1896943506/

                 Hace unos días, no demasiados, debatíamos en esta misma tribuna sobre las posibilidades que tenemos los docentes para exponer nuestras ideas, ofrecer nuestras opiniones o, simplemente, dialogar. Entre las diferentes opiniones de todos los que participamos con nuestros comentarios, había un denominador común que todos compartíamos: «Escribir es compartir; compartir es debatir «. Esto último es lo realmente importante, lo demás es secundario…

          Sin embargo, las opiniones expresadas en los comentarios de los lectores que gentilmente se han acercado hasta aquí, me demuestran claramente que los temas educativos despiertan interés, los temas lingüísticos desatan pasiones y que la prensa escrita es uno de los referentes habituales que empleamos en nuestras argumentaciones. Por esa razón he pensado que puede resultar interesante y, a la vez, útil disponer de un Observatorio desde el que recopilar cuanta información ofrezcan los medios de comunicación a diario. Sería una Hemeroteca Educativa que construyésemos entre todos, con informaciones de los periódicos que habitualmente leemos y donde disponer en un solo clic de esas informaciones que nunca guardamos y que a veces intentamos rescatar de nuestra memoria, con escaso éxito, las más de las veces. Construyamos entre todos una memoria de papel virtual, un centro de documentación educativa que nos sirva para la reflexión y el debate posteriores. Es una invitación que lanzamos desde Tres Tizas a todos los profesores que deseen compartir sus lecturas de prensa, sin ninguna pretensión universalista ni globalizadora, pero sí de ser colaborativa y generosa. A modo de ejemplo éstas son las referencias periodísticas que empleamos hace unos días:

Andoni Unzalu: «Es preciso un modelo lingüístico más flexible en la educación vasca» (El Correo, 07-04-08): modelos lingüísticos.
La reforma de los más ortodoxos (El Correo, 20-04-08): reforma educativa.
Proyectos a medio camino y poco tiempo por delante (El Correo, 20-04-08): reforma educativa.
El PSE marca sus ‘líneas rojas’ en la reforma educativa (El País, 22-04-08): reforma educativa.
Los padres que defienden el castellano buscan más aliados (El País, 22-04-08): política lingüística.
El Consejo Asesor del Euskera reclama un consenso con los castellanohablantes (El Correo, 30-04-08): política lingüística.
«Si forzamos a estudiar y hablar una lengua, algo está fallando» (El Correo, 30-04-08): política lingüística.
Los ciudadanos podrán hacer sus aportaciones a través de una web (El Correo, 30-04-08): educación, aportación ciudadana.
De patrimonio de todos a idioma de todos (Deia, 30-04-08): euskera, política lingüística.
            Desde esta bitácora nos encargaremos de recoger todas las informaciones que generosamente nos enviéis y las organizaremos de forma que su consulta sea posible y ordenada. Para la comunicación personal, nada más fácil que a través de un correo electrónico. Éste: trestizas@gmail.com, donde recogeremos todas vuestras aportaciones para construir esa hemeroteca. Basta con que nos enviéis el enlace de la información, entrevista, reportaje, crítica, crónica de algún aspecto del caleiodoscópico mundo educativo que penséis que merece ser compartido por todos los lectores. En La memoria de papel haremos constar los siguientes elementos y, a través de un enlace, se accederá a toda la información:  
  • el título de la información
  • la url
  • el medio que lo ha publicado
  • la fecha de publicación
  • el género periodístico
  • dos etiquetas, como máximo
  • nombre del colaborador
Y después podremos consultar todas estas entradas en un blog que hemos creado al efecto para una consulta ágil y rápida:

                                             http://lamemoriadepapel.wordpress.com.

                 Nuevamente estamos ante un reto de la blogosfera. Si callamos, si estamos como ausentes porque la palabra está presa en su torre de marfil, ¿seremos capaces de construir una pequeña hemeroteca de bolsillo, donde poder consultar las informaciones y las opiniones que absorbemos todos los días a través de los diferentes medios de comunicación y las bitácoras que visitamos? Por posibilidad que no quede, por espacio que no se diga y por palabra… de nosotros depende.

Marcos Cadenato

21 abril , 2008

Aún nos queda la palabra

Filed under: Tírame de la lengua — Etiquetas: , , , , — Marcos Cadenato @ 1:00 pm

    

Crédito de la imagen: http://farm2.static.flickr.com/1434/552756207_fe59bf47c8.jpg   

  A menudo los profesores solemos demostrar que somos un colectivo muy poco solidario; bueno, en el supuesto caso de que seamos un colectivo. Nunca he tenido la sensación de pertenecer a un gremio profesional, menos aún he sentido el corporativismo, probablemente porque nunca me ha hecho falta (o en muy poquitas ocasiones). Sin embargo, cuando pintan bastos, creía que, a pesar de nuestra educación, correctas maneras y bien dispuesto talante, cuando hay que dar un buen golpe encima de la mesa, pues, pensaba -digo- que se daría sin mayores problemas, faltaría más. Pues, no, amigos míos, no es éste el caso. Con alguna pequeñísima excepción, aún no he oído ningún golpe, sólo silencio.

     Cualquier persona que esté un poco al tanto de los acontecimientos en el mundo educativo vasco, se dará cuenta de que o se entienden muy poco o no se entienden nada. Cualquiera que esté medianamente bien informado de la realidad educativa vasca estará desayunando últimamente -junto a su café y su croissant- una porción de mala leche, indignación, desesperanza y desasosiego. Catedráticos, funcionarios, propietarios, propietarios en expectativa, desplazados, en comisión de servicios, de baja, interinos, sustitutos, privados, concertados, de ikastolas, no importa la situación administrativa y a qué red se pertenezca para poder mostrar extrañeza, indignación y silencio. «Los sindicatos lo verán«, -supongo que piensan muchos-, «los sindicatos no lo van a permitir«, -confiarán otros-. No lo entiendo, sinceramente. No entiendo este silencio persistente en temas tan importantes y tan delicados para la Educación. Los profesores callamos. Los profesores casi nunca tomamos la palabra. Nuevo silencio.

    Es exactamente igual por dónde cojamos el ovillo. Los resultados son los mismos. Nada ha estado tan políticamente comprometido como hasta ahora. Nada ha estado tan a punto de estallar como hasta ahora. Elecciones permanentes, legislaciones durísimas que se tratan de pactar sea como fuere, decretos de dudosa legalidad que inquietan permanentemente a la comunidad escolar, derechos de los euskaldunes conculcados, derechos de los castellano-hablantes en la cuerda floja… Este es el caldo de cultivo en el que un profesor de secundaria como yo desarrolla su labor diaria. Junto al ordenador, papeles, apuntes y libros, hay un montón de novedades, completamente ajenas a nuestras voluntades, pero que cuando entren en vigor nos afectarán a todos de una manera absoluta. Silencio. 

    Estoy colegiado, pero mi Colegio de Licenciados no me representa en estos casos; estoy sindicado, pero nadie me ha pedido mi opinión en muchos de los temas que ahora mismo me preocupan a mí y muchísimos profesores de la red pública, privada y concertada. Mi medio de información es la prensa diaria; las informaciones que llegan a los centros son contradictorias, imprecisas, falsas o, sencillamente, inciertas e inexactas. Se trata de mantener la tensión en los claustros, promover la desinformación y fomentar el desencanto y la desilusión.

    Profesores de la pública callados, pero indignados; profesores de la privada concertada exigiendo una justa equiparación; profesores de ikastola exigiendo su financiación plena; políticos que parecen pretender comprar voluntades; informes con los que se pisan unos a otros; padres preocupados y exigiendo sus derechos; modelos lingüísticos que van a desaparecer; lenguas que dejarán de usarse en el aula; mapas escolares por construir; institutos que se disgregan; edificios que desaparecen; Leyes Orgánicas de Educación que entrarán en vigor próximamente, el decreto de Derechos y Deberes, equipos directivos en prórroga indefinida, la Ley del Sistema Educativo Vasco en  capilla… Silencio.

     Con el poeta, -y en este caso sólo pido la palabra- quiero manifestar desde este rinconcito de la blogosfera que ya no puedo más, que no entiendo nada, que por no saber ya casi ni sé quién soy, ni qué hago exactamente en este trabajo y, por supuesto, qué expectativas puede tener un profesor en los próximos años y cuál es la travesía por el desierto que le queda por recorrer. Y lo más triste y desalentador: sólo oigo silencio… Así las cosas, me vienen a la memoria aquellas palabras del fundador de los jesuitas: «En tiempos de tribulación no hacer mudanza«. Lo cierto es que en este desierto de la palabra, las bitácoras se me antojan verdaderos oasis en los que beber unas gotas de solidaridad, colaboración y, sobre todo, de palabra, de voz, de voces…

Marcos Cadenato

20 febrero , 2008

Competencia lingüística y competencia digital

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La pasada semana en el blog en el que suelo colaborar, que muchos de vosotros conocéis, y donde comencé ésta mi adicción a los blogs, Bloggeando, alguien -y oculto deliberadamente su nombre- escribió literalmente:

 olle me podeis decir como se llama el segundo libro de lectura en diego de siloe (albacete)de tercero de ESO?

Y, claro, uno que tiene su corazoncito y que no es de piedra, sufrió una extraña reacción que prefiero ni definir ni tratar de explicar, pero me pasó algo parecido a lo que al bueno del Dr. Henry  Jekyll le sucedía con aquella extraña pócima que tomaba. Pero, rápidamente oculté al  misántropo Edward Hyde y reconsideré mis primeros e incendiados pensamientos. “Desconoces el autor de la frase”, -me repetí-, “no sabes nada de él excepto que cursa 3º de la ESO y que es de Albacete”, pero, insisto: la carne es débil, y me asaltó de nuevo la eterna duda de siempre: ”¿Lo más importante es que este adolescente -aun con errores- se ha comunicado con nosotros? No, definitivamente no, no puedo… o no quiero entenderlo así.

No quisiera parecer excesivamente purista, conservador o anticuado pero por mucha reforma que llevemos encima, por mucha pedagogía, por mucha coherencia, cohesión y conectores textuales que hayamos explicado, al final, lo que nos queda es una línea y media que, como veis, no tiene desperdicio. Sí, estoy elevando a categoría casi paradigmática la simple anécdota, pero es que, como dijo, aquél, “la cosa tiene tela”. Permitidme que, como en los dibujos animados, saque al angelito y al diablillo que llevo dentro.  

Dejando a un lado los aspectos lingüísticos, cuando la LOE habla de competencia digital, ¿se refiere a esto? Si un estudiante con 14 ó 15 años no es capaz de saber que el libro de lectura del segundo trimestre de la asignatura de Lengua en un instituto de Albacete no se puede buscar en el Google, así, tal cual, sino que hay que acotar muchísimo más la búsqueda, ¡estamos apañados! Cuando algún alumno trata de buscar en el DRAE “habíamos decidido” y, al mostrar su extrañeza porque no aparece, observa la mía, aún mayor, por su intento inútil, me pregunto una y mil veces: ¿qué estamos haciendo mal, rematadamente mal? La respuesta no es fácil, lo sé, pero volviendo al caso que nos ocupa, lo que la simple anécdota trasluce es un desconocimiento de cómo funciona la red de redes. No se pueden utilizar las fuentes de información con esa frescura y con esa ingenuidad. La información es fundamental; la selección es prioritaria. No podemos utilizar Internet igual que usamos el Messenger, los Foros o los Chats y esto se debe aprender en el instituto, no en un cíber. Claro, pasemos página también en lo que se refiere a la competencia digital que presentan algunos de nuestros compañeros. En fin… 

De otro lado, en lo que se refiere a la competencia lingüística, ¿se pueden encontrar aún más errores en línea y media de texto? Prefiero no pensarlo, pero en este caso sin pretender elevar a categoría la anécdota, enumero sin hacer demasiada sangre la lista de errores que cualquier viejo profesor de Lengua hubiese anotado en color rojo: el tratamiento con el que se dirige al receptor, faltas de ortografía, faltas de puntuación, faltas de acentuación, mayúsculas inexistentes, errores tipográficos. Insisto, no quiero hacer sangre ni generalizar, pero ¡el daño que está haciendo aquella…! 

Corren tiempos en los que se discute si el profesor de Lengua debe o no corregir de pe a pa los textos que generan los alumnos; hay una tendencia actual que defiende cierta permisividad en las faltas ortográficas, de acentuación y puntuación en la escritura de blogs por aquello de que lo importante es la comunicación… No sé., lejos de posiciones puristas –casi decimonónicas, me atrevería a decir- y de considerar la letra, sacra por naturaleza, sí es cierto que hay que mantener, respetar y hasta alentar el mantenimiento de ciertas normas mínimas. Ni si quiera ya por ética, por estética.

Y esta es la filosofía que creo que hay que transmitir a un estudiante que se está formando y que, de natural, no le concede demasiada importancia. Por encima de que tal o cual palabra se escriba con jota y con tilde en la e, es mucho más importante que perciba que es necesario respetar unos mínimos imprescindibles para mantener la comunicación, que no se puede deliberadamente escribir como uno quiera. Sé que es un asunto muy delicado, pero él me tiró de la lengua… J 

Marcos Cadenato  

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