Tres Tizas

26 febrero , 2014

Te cedo la palabra: @arredondoperez en pie de Lengua

Filed under: Te cedo la palabra — Etiquetas: , , — Marcos Cadenato @ 8:00 am

Javier Arredondo es un joven profesor leonés que tenemos el gusto de conocer personalmente y del que nos llama la atención tanto su enorme timidez -su modestia verdadera- como su inmensa capacidad de trabajo en el aula. Aunque trata de no meter ruido y de pasar desapercibido, no puede esconder su buen hacer con el alumnado y la bendita red deja constancia de todo ello. Trabajador incansable, entusiasta pedagogo, es un convencido de que las nuevas tecnologías (TIC) son pilares fundamentales para que los alumnos, –as disfruten aprendiendo y enseñando Lengua. Javier, muchísimas gracias por tu generosidad, continúa En pie de Lengua y, tranquilo, no te preocupes lo más mínimo: desde la máxima admiración, te decimos que cualquier cosilla que te pongas te sienta estupendamente…

Marcos Cadenato

“¿Y qué me pongo yo para la ocasión?”

fondo de armarioCrédito de la imagen

Cuando a uno le invitan a dejar su impronta en un espacio tan emblemático como “Te cedo la palabra” de Tres Tizas, aparte de sonrojarse, emocionarse y sentir cómo su ego sube un peldaño, se siente sobrecogido por un sentido de la responsabilidad que le hace preguntarse: “Habiendo visto yo a tantas admiradas gentes vestir sus mejores galas en este espacio (unos por elegantes, otros por atrevidos, otros por originales, otros por sencillos…), ¿qué me pongo yo para la ocasión?” Pero resulta tarea casi imposible encontrar una buena respuesta para quien apenas lleva dos años y medio ejerciendo la bella y complicada profesión de la docencia. Por ello, son varias opciones las que barajo ante el espejo.

Podría vestir, por ejemplo, tal como haré próximamente en el taller que impartiré en el I Encuentro de Docentes de Lenguas en Educación Secundaria, el traje de profesor bloguero que apuesta por un enfoque de las clases audiovisual y basado en proyectos. Un enfoque centrado en los usos educativos del vídeo y de las TIC, eso sí (y ya se ha insistido mucho en ello), como meros instrumentos al servicio del aprendizaje, aunque a veces cueste hacérselo entender al alumnado. Se trata de ese traje que permite comprobar que crear productos audiovisuales suele ser motivador para un altísimo porcentaje del alumnado, el cual aprende haciendo, rehaciendo y viendo, disfruta compartiendo su trabajo con familia y amigos y desarrolla una habilidad muchas veces olvidada en nuestras aulas: la comunicación oral. Pero estas vestimentas ya las usaré en el IES Chaves Nogales el próximo 22 de marzo y no está muy bien visto eso de repetir modelito en dos eventos tan consecutivos, de manera que me veo en la necesidad de buscar otras opciones.

Por ejemplo, ponerme algo más oscuro: la ropa del profesor que llegó al mundo de la educación creyendo que esas metodologías innovadoras que le enseñaron eran el «bálsamo de Fierabrás» para todos los males educativos y que se ha dado de bruces con la realidad al descubrir que la complejidad del panorama educativo es tal que, por mucho que uno perciba ciertos logros en su acción docente, el impacto de esta en la formación de sus alumnos no es tan elevado y, para colmo, sigue dejándose en el camino, por decirlo de algún modo, a alumnos cuyas condiciones socioculturales no son las que debieran ser en un mundo digno. Esa misma ropa también es la del profesor que ha descubierto que, aunque la motivación y la implicación sean mayores con aquella forma de plantear la enseñanza, los resultados académicos que se obtienen al medir con los mismos patrones a  todos los estudiantes no difieren apenas de los de docentes cuyos métodos se enmarcan en un enfoque más tradicional. Ese docente es el que, entre la frustración y el desasosiego, se convence de que solo a través de un proyecto colectivo en el que se implique realmente toda la comunidad educativa se puede lograr una mejora sustancial que afecte a todos y todas por igual.

Revisando el armario, encuentro otro traje que podría vestir, que está en la línea de diseño del anterior, pero con colores más vivos. Es el del docente que, precisamente al bajar de esa nube innovadora, se da cuenta de lo injusto que es generalizar desde su lado del mundo educativo con respecto a aquellos docentes que no innovan tanto (o nada) en sus aulas y aprende a valorar más la labor de muchos de esos compañeros a pesar de las discrepancias metodológicas. Ese docente ha conocido a demasiados compañeros que son un ejemplo de amor por su profesión y de entrega incondicional a sus alumnos. Quizá sea una cuestión de convicción o quizá simplemente una cuestión de formación la que impide a esos profesores dar pasos en otra dirección y la solución no es tan sencilla como decirles “mira, esto es así y es mejor” o forzarlos a un cambio en el que generalmente se sienten perdidos sin recibir apoyo ni herramientas verdaderamente útiles que les permitan ver la necesidad que otros vemos de esas formas de enseñanza alternativas.

También pienso que podría engalanarme con las vestiduras del profesor indignado y asustado por la reforma de la ley educativa, con la ropa del que está tremendamente preocupado por la falta de espíritu crítico de su alumnado y por su sumisión a una “globalización” que destruye la identidad personal y cultural, deshumaniza y “ovejiza”, o con el conjuntito del docente que se enfurece ante los prejuicios que pesan sobre su profesión.

Podría seguir investigando a fondo el armario hasta dar con el modelito más sofisticado para lucir en este espacio, pero al final me pasa lo de siempre: la prisa, el agobio y la preocupante saturación laboral en la que veo sumida a demasiada gente en nuestros días (que, por cierto, parece que tenga que “tragar” con todo por pertenecer al grupo de los “privilegiados” que tienen trabajo). Tengo que decidirme. Quizá lo que necesito o lo que necesitamos muchos docentes y no docentes es desvestirnos, desnudarnos, o lo que es lo mismo: parar, pararlo todo. Preguntarnos por nuestra responsabilidad en la sociedad que construimos, en las aulas y fuera de ellas. Indagar en los verdaderos porqués de tantos problemas para construir mejores soluciones. Quitarnos el corsé curricular, burocrático y social.

Sin embargo, vuelvo a pisar el suelo y caigo en la cuenta de que apelar al nudismo no iba a contar con el beneplácito de las autoridades y, por no causar un perjuicio mayor a quien me acoge en su casa, tengo que optar por llevar algo de ropa. Así que decido ponerme algo sencillo para la ocasión (pues ya decía el maestro Serrat que no es conveniente ir camuflado): el traje del docente que se ilusiona por educar a sus alumnos en pie de lengua, que disfruta cuando percibe un atisbo de creatividad y originalidad en el trabajo de sus pupilos, que practica con ellos el sentido del humor aunque también el del cabreo, que grita o se queda en silencio cuando siente que pierde el control de la clase, que busca desahogo en sus compañeros de profesión, que se emociona con una mirada, una sonrisa o un gesto, que intenta ayudar y escuchar a quienes tiene enfrente cuando su egoísmo individual se hace a un lado y se lo permite, que se lleva los problemas de sus alumnos a la almohada, que les echa de menos cuando ya no están en su aula… En resumidas cuentas, el docente imperfecto pero vocacional, que, con sus más y sus menos, somos todos los que apreciamos nuestra profesión.

Con esta ropa me veo aceptable en el espejo. Creo que no le voy a dar más vueltas.

Javier Arredondo

13 comentarios »

  1. Con muchísimas ganas de asistir a tu taller en el Encuentro.
    Eres de esos docentes que se visten de hormiguita, que caminan despacio, sin hacer ruido y que dejan un poso permanente y perdurable en sus alumnos.
    ¡un verdadero placer!
    MARU

    Comentarios por Maru — 26 febrero , 2014 @ 12:25 pm

    • Gracias por tus palabras Maru. Será un placer encontrarnos en Sevilla. Espero que mi taller pueda estar a la altura.

      Comentarios por Javier — 1 marzo , 2014 @ 8:22 pm

  2. En fin, Javier: envidiable fondo de armario el tuyo.
    Creo que aciertas de lleno con el último atuendo.
    Un placer leerte.

    Comentarios por Aster Navas — 26 febrero , 2014 @ 12:30 pm

    • El placer es mío de poder colaborar en vuestro extraordinario blog. Gracias.

      Comentarios por Javier — 1 marzo , 2014 @ 8:23 pm

  3. Aunque ya lo he dicho en la presentación y en color azul, lo hago de nuevo ahora en negro sobre blanco.
    Javier, de nuevo muchísimas gracias por tu participación en una de las secciones más queridas de Tres Tizas. Has escrito un «Te cedo la palabra» fantástico y, desde luego, tu elección no puede ser más acertada…
    ¡Un gusto tenerte por aquí, un placer leerte y eternamente agradecidos por tu trabajo y por tu generosidad!

    Comentarios por Marcos Cadenato — 26 febrero , 2014 @ 7:10 pm

    • Muchísimas gracias a ti Marcos, por considerar digna de este espacio mi aportación. Me alegro de que te haya gustado mi entrada y mi elección. Soy yo el que se tiene que sentir eternamente agradecido de lo que un grupo de docentes me habéis aportado a través de la red y de las oportunidades que me estáis brindando. Nos vemos por tierras andaluzas.

      Comentarios por Javier — 1 marzo , 2014 @ 8:25 pm

  4. Es una suerte conocer en persona a Javier y haber podido comprobar en vivo y en directo cuanto se dice de él en este post. Su trabajo es ya una referencia, por el esfuerzo y por los resultados. Admiro a los profes que no tienen miedo de lanzar propuestas diferentes y con su punto de riesgo, y Javier es uno de ellos. Enhorabuena.

    Comentarios por @tonisolano — 1 marzo , 2014 @ 4:29 pm

    • Gracias Toni. Me sacan los colores tus palabras. Aún recuerdo mi estreno en este mundillo de las redes. Fue gracias a tu generosidad retuiteando mis primeros pinitos como pude empezar a dar a conocer a más gente el trabajo que mis alumnos y yo llevamos a cabo en el aula. No puedes imaginar lo agradecido que te estoy por esto y por todo lo que he aprendido de ti a través de tu blog y en persona. Será un gusto reencontrarte en Sevilla.

      Comentarios por Javier — 1 marzo , 2014 @ 8:34 pm

  5. Creo que cualquiera de los trajes te queda bien, Javier. Un placer leerte. Lástima que no pueda ir a Sevila :((

    Comentarios por Carlota Bloom — 2 marzo , 2014 @ 12:57 pm

    • Gracias Carlota :). Lástima que no podamos vernos en Sevilla.

      Comentarios por Javier — 2 marzo , 2014 @ 3:08 pm

  6. […] Javier Arredondo es un joven profesor leonés que tenemos el gusto de conocer personalmente y del que nos llama la atención tanto su enorme timidez -su modestia verdadera- como su inmensa capacidad …  […]

    Pingback por Te cedo la palabra: @arredondoperez en pie de L... — 2 marzo , 2014 @ 2:03 pm

  7. Creo que la última opción es la que más me ha gustado siempre: el del docente que se ILUSIONA por su trabajo. Que avanza día a día con las dudas, los fracasos, los éxitos… y que deja atrás al entrar en clase todas las mochilas para MIRAR a todos esos ojos que tiene por delante y que, a pesar de todo lo que se diga, le miran esperando con avidez que les ilusione, les motive y les proponga un reto…
    Nos vemos en Sevilla.

    Comentarios por Blogge@ndo Seminario — 3 marzo , 2014 @ 10:04 pm

    • En eso estamos cada día los que queremos esta profesión. Será un placer encontrarnos allí.

      Comentarios por Javier — 5 marzo , 2014 @ 12:07 pm


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