Tres Tizas

16 marzo , 2016

Idoia Rubio: Renovarse o morir…

Filed under: Te cedo la palabra — Etiquetas: , , — Marcos Cadenato @ 8:00 am

La vida siempre te ofrece nuevas oportunidades, como reconoce en este artículo nuestra compañera Idoia Rubio. Siempre es más fácil fijarse en alguien entre cuarenta personas que entre cuatrocientas; también es muy diferente tener veinte o tener cincuenta años… Y este es el tiempo que media, precisamente, entre que cursamos la carrera universitaria y el último café que nos tomamos en EduCaféBilbao o en las JEDI: treinta espléndidos años… Y así de espléndida, de «renovada«, de activa y de entusiasta nos hemos encontrado a nuestra antigua compañera de Facultad -hoy feliz colega de aula y eventos educativos- a la vuelta de la esquina… No os perdáis todos y cada uno de los trabajos que referencia hoy y los que ya están despertando y conformarán sus futuros proyectos. ¡Gracias, Idoia, por reaparecer, por renovarte y por compartirlo con todos y todas! Mila esker!

Marcos Cadenato 

Renovarse o morir

Lo confieso: me divierte enseñar. Tanto es así que ese fue el motivo que me impulsó a querer ser profesora. Lo descubrí cuando estudiaba BUP, al darme cuenta de que yo tenía una facultad: sabía explicar. Lo pude comprobar con compañeras de clase del instituto cuando les hacía comprender algún concepto que no habían entendido bien al profesor o profesora de turno. Me gustaba, además, ver sus caras de alegría cuando por fin se les hacía la luz sobre aquello que les resultaba tan difícil. Ahí nació mi vocación. El que se uniera a las letras estaba escrito. Tan solo fue la fusión de dos placeres: la enseñanza y la literatura.

Durante años, ya inmersa en mi profesión, la enseñanza alimentaba mi satisfacción profesional. Disfrutaba viendo a los alumnos comprender y aprender lo que yo les iba enseñando. Mi relación con ellos era buena (no en vano recibí el título de Miss Simpatía en el instituto de Balmaseda en el año 2000 😉 ). Sin embargo, llegó el momento en que esto dejó de ser suficiente. Poco a poco iba perdiendo la ilusión. Los resultados, sobre todo en la ESO, eran cada vez más frustrantes. La instrucción directa dejó de divertirme. Los libros de texto me hastiaban. Mi vocación se trastabillaba.

¿Qué había cambiado? Todo ¿Y qué hacía yo? Yo seguía transmitiendo conocimientos, tal y como me habían enseñado a mí, pero eso ya no era válido. No, al menos, para mí que vivía en este nuevo mundo en el que los cambios son constantes, en el que lo nuevo ya es viejo desde el mismo instante en que se conoce.  Yo también había cambiado. Necesitaba hacer algo, pero no sabía qué. Comencé a buscar soluciones en distintos cursos de formación: talleres de literatura, talleres de teatro, talleres y más talleres… Aplicaba en el aula las didácticas que me iban enseñando. Poco a poco iba remontando, pero no era suficiente.

Entonces vino a mi rescate, y por ende al de mis alumnos, un aliado: la herramienta TIC. Año tras año, tímidamente, iba añadiendo nuevos ingredientes en el aula: una web para que tuvieran los contenidos de las materias organizados, la pizarra digital, pequeños proyectos con presentación de diapositivas, presentaciones flash multimedia, material interactivo con Educaplay, plataformas educativas como Edmodo, blog de aula del profesor… Así hasta llegar a hacer yincanas literarias con códigos QR, a hacer booktrailers, a hacer grabaciones a los alumnos rapeando versos de Espronceda, a hacer noticieros con Chroma Key y Touchcast para que ellos lo difundieran en su blog…  Proyectos, como La máquina del tiempo,  en los que el trabajo cooperativo es fundamental para su puesta en marcha y buen funcionamiento.

He ahí la gran diferencia: los alumnos pasaron a ser PROTAGONISTAS. Ellos eran los que aprendían haciendo, y yo con ellos. Comencé a dar más importancia al trabajo en clase que a los exámenes, al proceso que al resultado. Comencé de nuevo a disfrutar, a divertirme. Cada curso es un nuevo reto. Los alumnos vienen con ilusión a clase, el tiempo pasa volando, como me suele decir una alumna. La empatía entre nosotros aumenta. No es fácil. No todos los días son buenos, pero la ilusión ha vuelto, y confío en que ya no se marchará, ahora que sé que la solución siempre está en renovarse, en salir de lo que llaman “la zona de confort”, en no dejarse abatir por los errores y obstáculos que, inevitablemente, se cruzan en el camino. Lo confieso: me divierte enseñar, pero mucho más me divierte aprender*.

Idoia Rubio @idoiarutor

*Este artículo es mi pequeño homenaje a mis alumnos de 4ºF del IES Arrigorriaga BHI del curso 2014-2015: Bederatzien bloga ¡Hasta siempre!
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19 comentarios »

  1. Bienvenida, Idoia y muy emotiva tu entrada. Los alumnos efectivamente son los protagonistas y a veces pequeños cambios llevan a grandes logros que consiguen motivarlos a ellos y a nosotros.

    Comentarios por Maru — 16 marzo , 2016 @ 8:59 am

    • Gracias, Maru. Lo cierto es que si nosotros mismos no estamos motivados, difícilmente vamos a motivarles a ellos. Muchas veces echamos la culpa del fracaso, o de la frustración a los demás, sin percatarnos de que la solución siempre está en nuestra mano (y esto puede aplicarse a cualquier situación).

      Comentarios por Idoia Rubio — 16 marzo , 2016 @ 4:40 pm

  2. ¡Enhorabuena, por haber superado el bache! No siempre es fácil darse cuenta de que algo no funciona y lo que es más difícil es reflexionar sobre el problema y sus posibles soluciones cuando éstas implican el tener que cambiar nuestro campo de seguridad. Un libro bajo el brazo da seguridad, control, no puede pasar nada, pero cuando en clase se entra a pecho descubierto, o dejas de ser el centro para ser uno más (más mayor, más «sabio» pero uno más», ya no hay red de seguridad, pero… tal vez comienza el verdadero aprendizaje. 🙂

    Comentarios por Bego — 16 marzo , 2016 @ 12:25 pm

    • Gracias, Bego. He oído muchas, muchas veces, lo de que el libro da seguridad. Nunca ha sido mi caso (puede que al inicio…). Soy rebelde por naturaleza, y nunca me he sentido a gusto por completo con ninguno de ellos, por eso el cambio no ha sido difícil, en ese aspecto. De hecho, eso fue el principio de todo. Después, llegaron otros retos, pero tengo que confesar que me gustan (a veces, quizá debería reflexionar más y no tirarme a la piscina sin comprobar antes que haya agua suficiente, pero ¡qué le voy a hacer!).

      Comentarios por Idoia Rubio — 16 marzo , 2016 @ 4:54 pm

  3. Además de volverte a agradecer tu entusiasmo contagioso, tu interesante trabajo y tu vocación reencontrada, quisiera de nuevo en nombre de muchos que aún se lo están pensando (-sí, pero…; tal vez el curso que viene…; no sé, no sé, no lo veo claro…-); de otros que se baten en retirada; o de todos aquellos a los que el desánimo nos pilla trabajando en mil cosas… que tu ejemplo puede servirnos para tomar estímulo, para continuar por ese camino que nadie dijo que fuera sencillo y que -intentaremos con todas nuestras fuerzas- no abandonar, aunque nos perdamos alguna vez…
    ¡Ánimo, adelante; la cumbre ya no está tan lejana…) 🙂

    Comentarios por Marcos Cadenato — 16 marzo , 2016 @ 1:41 pm

    • Gracias, Marcos. La ilusión es lo que hace que se mueva el mundo 😉 .Desafortunadamente, muchos seguirán echando la culpa de su frustración a agentes externos. Existen, además, enemigos de los cambios que esgrimen todo tipo de razonamientos, de falacias en contra de lo que llaman «la nueva educación». Este fin de semana leí, vía twitter, una entrevista que le habían hecho a un profesor, Alberto Royo, el cual ha publicado un libro («Contra la nueva educación»), en la que pude constatar que la ignorancia es atrevida. Sus declaraciones son un claro ejemplo de que no sabe ni por dónde van los tiros (http://www.elmundo.es/cronica/2016/03/12/56d9c02846163f05388b4583.html).

      Comentarios por Idoia Rubio — 16 marzo , 2016 @ 5:07 pm

      • Aunque quizá debería leerme el libro que ha publicado, ya que las conclusiones que se pueden extraer de una simple entrevista pueden ser erróneas 😦

        Comentarios por Idoia Rubio — 16 marzo , 2016 @ 5:19 pm

      • Idoia, debemos ser muy tontos, muy torpes, muy modernos, muy inovadores, muy entusiastas… pero a mí cuando alguien me dice esto: «La autoridad del profesor no es para imponer, es la que se deriva del respeto intelectual hacia quien sabe. Por eso, la relación entre el alumno y el profesor nunca puede ser horizontal porque el primero aprende y el segundo sabe. Es una relación jerárquica«, que ya no intente justificarme nada; está todo dicho y hecho…
        Y es que el nivel sigue en aumento: «es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde«.

        Comentarios por Marcos Cadenato — 17 marzo , 2016 @ 11:39 pm

      • Marcos, ¡Cuánta razón tienes! Pero lo mejor que podemos hacer con ese tipo de comentarios es analizarlos sintácticamente :-)) http://www.analisissintactico.com/blog/2016/02/la-sintaxis-de-rajoy/

        Comentarios por Idoia Rubio — 17 marzo , 2016 @ 11:54 pm

  4. Cómo me veo en tu comentario.

    Comentarios por Itxaro — 16 marzo , 2016 @ 2:35 pm

    • Gracias, Itxaro. Me alegra saber que te hayas visto reflejada en mis palabras. Creo que somos muchos los que hemos visto que la antigua metodología no es válida, quizá no lo fue nunca. Tampoco es cuestión de rechazarla por completo. Siempre se puede echar mano de la instrucción directa cuando sea conveniente, de reforzar con ejercicios…, pero como una herramienta más, sin que sea la base del aprendizaje, como lo estaba (o está) siendo hasta ahora.

      Comentarios por Idoia Rubio — 16 marzo , 2016 @ 5:13 pm

  5. A mí me gusta leer la letra pequeña. En la última frase, esa que casi pasa desapercibida, tus palabras cobran sentido. Homenajear a una promoción hablando de cambio, de ilusión, de expectativas… Eso sí es hablar de cambios.
    Enhorabuena por los proyectos y por esas ganas renovadas.

    Lu

    Comentarios por lenguablog — 16 marzo , 2016 @ 7:40 pm

    • Gracias, Lu, por tus palabras. Ellos son los que han hecho posible ese cambio, con su ilusión y participación. El mérito les pertenece.

      Comentarios por Idoia Rubio — 17 marzo , 2016 @ 12:14 am

  6. Eres un buen ejemplo para muchos

    Comentarios por inma unzueta — 17 marzo , 2016 @ 7:13 pm

  7. Y cuando funcione bien la wifi en el centro, entonces –solo entonces- ¡se producirá la webolución! (pronunciesé huevolución, “evolución por huevos”) y a ti te pillará ya con el puño levantado.

    Comentarios por Carlos Diezc — 19 marzo , 2016 @ 7:44 am

    • Cuando funcione la wifi en el centro, en toooodo el centro, entonces -solo entonces- ¡te invito a un copazo! y dejaré de cantar: «¡a las barricadas, a las barricadas, por el triunfo de la webolución!»

      Comentarios por Idoia Rubio — 19 marzo , 2016 @ 2:52 pm

  8. Un placer; Idoia, tenerte aquí. Explicas, perfectamente, la imprescindible evolución que deberían haber experimentado los procesos de enseñanza-aprendizaje y quienes interactuamos en ellos.
    Un saludo.

    Comentarios por Aster Navas — 9 abril , 2016 @ 12:46 pm

    • Gracias, Aster, por tus palabras y por haberme abierto vuestra casa ;). El placer ha sido mío, puedes estar seguro. El placer y el honor. Saludos.

      Comentarios por Idoia Rubio — 10 abril , 2016 @ 3:32 pm


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